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jueves, 16 de agosto de 2012

¡Cuídate de las agresiones del sol!



El sol se ha convertido en uno de los peores enemigos del deportista, pero podemos evitar sus lesiones si ponemos un poco de atención

Ahora que se acerca el verano parece que nos damoscuenta de la presencia de nuestra estrella particular, pero en realidad sus beneficios y sus riesgos nos acompañan durante todo el año. En Sport Life hemos contactado con el doctor Ricardo Ruiz, jefe de dermatología de la clínica Ruber, que también es deportista (practica tenis, windsurf, kitesurf y surf) para que nos ayude a resolver algunas dudas sobre sol y deporte. Échale un vistazo a sus consejos ya que no serías el primero en identificar un hábito nocivo como saludable y en realidad estar poniendo tu piel en riesgo. ¡Revisa lo que crees saber!

1. El índice de protección más alto te protegerá durante todo el día: Este es un error muy común, de hecho es habitual que la obsesión por conseguir cremas o sprays con el FPS (factor de protección solar) más alto nos haga olvidar que lo realmente importante es renovar la aplicación cada 2-4 horas. También es importante recordar que la mayor parte de las cremas de protección solar tardan como mínimo 20 minutos en actuar, por lo que hay que aplicarlas 20 minutos antes de la exposición.

2. La protección física no es necesaria si se usa un buen protector: Aunque el uso de una crema o spray con un factor de protección elevado es fundamental, no hay que olvidar combinarlo con una exposición racional de las zonas de mayor riesgo del cuerpo. Así que el empleo de ropa, licras, sombreros y gafas de sol ayuda e intensifica la barrera que aportan las cremas para prevenir las quemaduras cutáneas y las lesiones oculares.

3. No hay una cosmética solar mejor acondicionada que otras para el deportista: aunque lo que se busca en un cosmético solar es que proteja de la manera más eficaz posible, en función de la actividad física realizada, algunos presentan características más apropiados que otros para las necesidades de tu piel. Por ejemplo, es necesario que las cremas no irriten los ojos ni sean demasiado untuosas para la piel. En el caso de los deportistas lo ideal es usar lociones, sprays o espumas.

4. Mejor mojado que seco: Si eres de los que piensas que en el agua o con la piel mojada estás a salvo estás muy equivocado. Al ser superficies reflectantes aumenta la exposición a la radiación de forma intensa. Lo mismo ocurre con el sudor, la película de sudor sobre nuestra piel puede desarrollar el mismo efecto reflejo que incrementa el riesgo de quemaduras. Así que extrema precauciones y usa cremas resistentes al agua. No te confíes porque te sientas a gusto con la piel húmeda, si no estás protegido te estarás quemando igual.

5. El sol sólo quema en reposo, en movimiento estamos salvados: Existe la creencia de que tomar el sol haciendo deporte no es perjudicial. Sin embargo, la realidad es que hace el mismo daño en reposo que haciendo ejercicio. Es más, durante el ejercicio nuestras defensas contra el sol se ven afectadas por el esfuerzo y el daño producido puede ser aún más grave. Nada más tienes que pensar en esas ocasiones que te ponías a correr por la playa sin la protección apropiada y terminabas como un salmonete.

6. Estés donde estés la intensidad de radiación es siempre la misma: No sólo la intensidad varía sino que es fundamental conocer el nivel de altitud del lugar en el que desarrollamos nuestra actividad para ponderar los posibles riesgos de la exposición, ya que cuanto más alto estemos, la atmósfera es más fina, ejerce menos de filtro y por lo tanto nos exponemos más a la radiación.

7. Las zonas más acostumbradas al sol necesitan menos protección: Ni muchos menos, de hecho la localización de los cánceres de piel suele ser en las zonas más expuesta al sol: orejas, labios y nariz. Además estas zonas son las que envejecen con más facilidad a consecuencia de esa exposición. Por eso estas zonas necesitan una protección diaria del factor más elevado posible.

8. El sol sólo quema en verano: El 80% de la irradiación solar que tenemos a lo largo del año ocurre en época no veraniega, por lo que es necesario utilizar cremas de protección durante todo el año y no sólo en los meses más calurosos. También es importante tener en cuenta que los días nublados no son de menor riesgo y que debemos usar el mismo nivel de filtro solar que los días que el cielo está sin una nube.

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