Para los 'runners', una alimentación saludable es tan importante como un buen entrenamiento. Por eso, por encima de dietas milagrosas y modas nutricionales pasajeras, lo más recomendable es hacer uso de la inteligencia y el sentido común cuando nos sentamos a la mesa. He aquí algunas claves que te ayudarán a desarrollar hábitos alimenticios adecuados:
-Come con normalidad y naturalidad. Deja a un lado los extremos e intenta escoger siemprealimentos frescos y/o de origen biológico. Después, a la hora de cocinar, usa métodos sencillos como el vapor, la plancha o el horno.
-En la variedad está el gusto, así que trata de comer de todo y en poca cantidad. Si incluyes en tu dieta alimentos pertenecientes a todos los grupos, te asegurarás las ventajas de cada uno y aprovecharás todos sus nutrientes.
-Come productos de temporada. Lo ideal es consumir los productos típicos de cada estación. Las naranjas, por ejemplo, no están tan buenas en verano como en invierno, que es cuando maduran naturalmente y poseen intactos todos sus beneficios nutricionales. Infórmate sobre cada producto y aprovecha la época en la que se encuentre en su punto justo.
-Haz caso a tu instinto. Cuando nuestro organismo pide un determinado alimento, suele tener razón. Por ejemplo, la carencia de sodio suele ir asociada a un deseo de ingerir aperitivos salados, y la falta de vitamina B12 o de hierro provoca ganas de comer filetes. Además, cuando el nivel de glucosa de la sangre desciende, el cuerpo nos pide una dosis extra de azúcar.Escucha estas 'llamadas' naturales e intenta racionalizar tus deseos y apetencias.
-Pasa de las modas. La cerveza, los huevos, el chocolate o el aceite de oliva, entre muchos otros, han pasado en poco tiempo de estar casi prohibidos a ser alimentos saludables siempre que se consuman con moderación. Así que ya sabes: inclúyelos en tu dieta junto con todos los demás y sigue entrenando con pasión. Seguro que llegarás tan lejos como quieras.
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