COMENZAMOS EL 20 / 5 / 2012

martes, 18 de febrero de 2014

La bicicleta en el entrenamiento del corredor de montaña


A todo corredor de montaña lo que más le apasiona es eso, correr. Pero en todo plan de entrenamiento la bicicleta debería ocupar un lugar privilegiado, pudiendo convertirse en una de nuestras mejores aliadas, ya sea de montaña o carretera.

Correr es un deporte de mucho desgaste. Cada paso supone una prueba para nuestros músculos, tendones, articulaciones o ligamentos. Por ello, no sólo se puede vivir de correr para prepararse para ese desafío que tienes entre manos. Alternar deportes es lo más adecuado para no someter diariamente a nuestro cuerpo al duro estrés de correr.
Por ello, la bicicleta se revela como uno de los mejores aliados que puede tener un corredor de montaña a la hora de entrenar. Bien sea de carretera o de montaña, pedalear puede ser una de las claves para seguir un plan de entrenamiento perfecto para acabar siendo un mejor atleta de montaña.
No es casualidad que gran parte de los corredores de élite tenga a su bicicleta muy cerca en periodos de carga de entrenamiento; Nuria Picas, Miguel Heras, Phillip Reiter, Ryan Sandes y muchos otros de los mejores corredores de trail del planeta alternan correr con las dos ruedas. Pero, ¿a qué se debe esto?
El principal beneficio de la bicicleta está, al contrario que le pasa a correr, en que no resulta nada lesiva para nuestras articulaciones. Ni las rodillas ni los tobillos van a sufrir los interminables golpes que reciben al correr, por lo que la bicicleta nos permitirá darle un buen descanso a una de las zonas más comprometidas para los corredores de montaña.
De ahí que la bicicleta sea uno de los métodos más populares que existen entre los trail runners para completar su día de entrenamiento más largo, o lo que se conoce como “tirada larga”.
Dependiendo de la prueba para la que nos estemos preparando, uno día a la semana todo corredor tiene establecida la sesión que más tiempo va a durar. En el caso de que nos estemos preparando para un ultra, la tirada larga puede llegar a ser de más de 4 horas, con el consiguiente riesgo de dañar nuestras articulaciones o de lesionarnos.
Ahí es donde suele entrar la bicicleta en la mayor parte de los casos, ya que pedaleando evitaremos el desgaste físico que supone correr y caminar durante tantas horas, de forma que lleguemos más fuertes y sanos a la línea de salida de esa carrera que estamos preparando.
Y es que la bicicleta también nos ayudará a trabajar el apartado de resistencia, ya que nos permitirá realizar salidas de varias horas, una opción perfecta para aquellos que estén preparando careras de larga distancia. Además, las piernas se fortalecerán, sobre todo uno de los músculos más comprometidos al correr por montaña: los cuádriceps.
Una vez que ya sabemos los principales beneficios del entrenamiento en bicicleta, entramos en la siguiente duda: ¿bicicleta de carretera o bicicleta de montaña? Lo cierto es que son dos disciplinas muy diferentes entre sí aunque ambas se basen en pedalear y con cada una de ellas podremos obtener diferentes beneficios.
Según nuestro especialista en entrenamiento, Lluis Capdevila, para la preparación de carreras largas “los entrenamientos en bicicleta deben ser para realizar los trabajos de resistencia o fondo, para acumular volumen, (umbral aeróbico) por lo tanto es más fácil a nivel de controlar pulsaciones la bici de carretera que la de montaña”.
Al pedalear sobre asfalto, la bicicleta de carretera nos permitirá hacer un entrenamiento más controlado a nivel de rendimiento, pulsaciones y ritmos, es decir, podremos controlar mucho más los parámetros en los que desarrollemos el día de preparación sobre la bicicleta.
Por el otro lado, la bicicleta de montaña es más adecuada si lo que queremos trabajar son cambios de ritmo. Debido al terreno más accidentado y cambiante de la montaña, las piernas trabajarán de una forma muy parecida a lo que lo hacen corriendo por montaña, con continuos cambios de pendiente, en el que las pulsaciones irán variando mucho más dependiendo de lo que tengamos por delante.
Al entrenar por el mismo terreno que luego correremos, la BTT es una opción perfecta, ya que además de exigirle al cuerpo un esfuerzo similar al que haremos el día de competición, la bicicleta de montaña también nos puede ayudar a encontrarnos más cómodos en terrenos de montaña, además de mejorar aspectos tan importantes como el control del miedo en los descensos o acostumbrarnos al hecho de pasar horas en un entorno menos controlado.
La regla que muchos corredores siguen es utilizar más la bicicleta de montaña en temporada invernal, cuando hay más lluvia y la carretera es un entorno más hostil todavía para el ciclista, mientras que la carretera la dejan para días de verano, cuando las condiciones climatológicas son más propicias para el asfalto.
Otra de las dudas suele ser cuántos entrenamientos semanales deberemos realizar en bicicleta; la regla general suele ser que una vez a la semana como mínimo entrenemos en bicicleta, intentando que ese sea el día que más horas de entrenamiento tenga de nuestra semana.
Pero son muchos los que la usan más de una vez; Nuria Picas, campeona de la Copa del Mundo de Ultrasky 2012, siempre ha reconocido no correr dos días seguido y alternar siempre correr con pedalear, de forma que no sufran tanto sus articulaciones. Si tenemos los dos tipos de bicicleta, podríamos alargar hasta dos los días de entreno sobre ella, intercalando la carretera y la montaña cada vez que podamos.
Por todo esto, la bicicleta está considerada como una de las mejores aliadas para un corredor de montaña. Su uso es casi obligado en el caso de que estemos entrenando para una carrera de distancia media o larga, ya que nos ayudará en aspectos como la preparación física, la mejora del rendimiento y la protección contra lesiones. Si eres corredor de montaña, pon una bicicleta en tu vida. O dos.

jueves, 13 de febrero de 2014

Las dudas que todos los padres deportistas tenemos



¿Hacer deporte retrasa el estirón? ¿Por qué mi niño siempre pierde? ¿Qué debe desayunar antes de una competición? En este artículo te resolvemos las dudas más frecuentes que todos los padres deportistas tenemos.

  • En qué rango de pulsaciones es seguro que entrene un niño?
Si le pones el pulsómetro a tu hijo… ¡no te asustes! Los niños tienen más pulsaciones que los adultos. Por lo general, la frecuencia cardiaca máxima en un niño de menos de 12 años suele rondar las 200 pulsaciones por minuto. Más que por el pulsómetro, guíate por el sentido común. Si notas un sufrimiento excesivo, haz parar a tu hijo e investiga con el médico a qué se debe esa dificultad. Puede que se esté pidiendo demasiado a sí mismo o que tenga algún problema físico.
  • ¿Hacer deporte retrasa el "estirón"?
Un niño sano crece a "tirones", pero el más importante es el que se produce alrededor de los 14 años, que se conoce popularmente como "estirón". Hacer deporte no limita ni incrementa, ni tampoco acelera o retrasa el momento en el que se produce ese pico de crecimiento. Nuestros hijos tienen la altura escrita en su genética. El deporte ayudará a que tengan un cuerpo más compensado, sean más equilibrados y ágiles y tengan una vida más sana, pero en cuestión de altura, poco tiene que ofrecerles. ¡Los genes mandan!
  • ¿Y se retrasa la primera regla en las niñas que hacen deporte?
Efectivamente, conforme a algunos estudios, la menarquia (primera regla) podría retrasarse una media de un año en las niñas deportistas. Es muy posible que este retraso se deba a su menor porcentaje de grasa corporal, ya que la primera regla. la niña alcanzan un 17%. Sin embargo, también influyen otros factores genéticos y ambientales (como el estrés, el sobreentrenamiento o las dietas).
  • ¿Por qué mi niño siempre pierde?
Es un caso típico de los niños varones que rondan los 11 o 12 años de edad. Por mucho que se esfuercen, nunca ganan. ¡No te preocupes demasiado! Lo más probable es que aún no haya desarrollado la madurez biológica necesaria para mantener el mismo nivel de rendimiento que otros chicos de su edad. Los estudios muestran que la edad cronológica no es tan importante como la ósea, así que los niños y niñas más altos, con mayor masa muscular y mayor volumen cardiaco tendrán mayor fuerza muscular y resistencia aeróbica y estarán mejor adaptados al deporte que tu hijo que aún no ha alcanzado estos umbrales.
  • ¿Antes de su partido de fútbol o de baloncesto o de su carrera debe tomar un desayuno especialmente energético?
Todo lo contrario. No es cuestión de darle un tanque de leche con media bolsa de cereales. Debe
desayunar ligero y 90 minutos antes de que comience la competición (sería mejor dos horas antes pero hay que tener en cuenta que muchas veces la hora de comienzo es muy temprano). Si tiene hambre en la hora anterior a que empiece su competición, lo mejor es darle fruta, frutos secos, un yogur o una barrita de cereales.

SPORTLIFE

miércoles, 5 de febrero de 2014

¡A correr! El entrenamiento invisible


Para un momento de correr. ¿Te has planteado que puedes estar corriendo en la dirección equivocada? Pues sí, para correr mejor y más rápido este año quizás tenga que correr menos y más lento. Si quieres entenderlo, tendrás que seguir leyendo para ver… el entrenamiento invisible.

Lo que hace cosa de no tantos años era una locura y quienes lo practicábamos  éramos  unos chiflados que corríamos con "leotardos" por suerte se ha transformado en una actividad muy popular y  muy bien vista en la sociedad. Claro está, que todo lo que se populariza tiene un problema. Lo podemos ver en el mundo del fútbol. Vas al bar a ver un partido y los 15 que están allí son expertos, corrigen la alineación, dan consejos sobre el pase que tenía que haber dado y critican a Cristiano por tirarla al primer palo y no al segundo. En el running esto empieza a pasar un poco. Todo el mundo es experto en cómo plantear un entrenamiento.
No debemos caer en este error tan común ya que eso nos puede llevar a cometer fallos que podemos pagar muy caros (lesiones, estancamiento,  sobreentrenamiento, etc.) Un entrenamiento debe de estar bien planificado, y bien adaptado a las necesidades de cada runner, debe  tener una lógica y un porqué.
Por estadística pura, el 80% de loscorredores populares, cuando tienen una hora al día para correr, la distribuyen de la siguiente manera: salen de casa  corriendo, corren 60 minutos y llegan a casa.
Total, una hora de carrera continúa. Se descalzan al llegar a casa y se duchan, con eso ya están tranquilos  y satisfechos. Algunos otros populares más experimentados realizan entre los rodajes series, estas pueden ser largas, cortas, cuestas, intervals, fartlek, etc.  En muchos casos sin criterio alguno y en otros casos guiados por libros de la época de "Cuéntame" y de la filosofía del "No pain no gain" (sin dolor no hay beneficio). 
En anteriores ocasiones hemos comentado que el corredor popular puede llegar a caer en la obsesión de este deporte, cosa que es habitual y que en mayor o menor medida nos ha pasado a todos, élite, populares… el problema es que, una actividad que empezó para divertirnos y relajarnos, al final nos agobia, nos marca la forma de vivir, se convierte en una más de las actividades estresantes de nuestra vida acelerada. A veces cuando hablo con corredores populares que me cuentan la ansiedad que pasan antes de realizar series largas, test, etc. me horrorizo sólo de pensar lo mal que lo están pasando.
Para un runner las series deberían ser una fiesta, ya que nunca debería llegar a sufrir lo insufrible, ni a estar tan pendiente de los minutos, segundos, décimas y centésimas. Este mundo del running es mucho más sencillo que todo esto.  En ocasiones  no se suele prestar atención a ciertos factores, que como no consiste en correr, para muchos corredores pasan desapercibidos  y piensan que no son fundamentales, y no es sólo que no sean fundamentales, es que son imprescindibles. Son los factores que denominamos como invisibles, ya que para algunas personas no existen. Pero sí que existen y son los acondicionamientos físicos y planificaciones, la recuperación, la técnica de carrera, los estiramientos, la fuerza (pesas, gomas), la potencia (cuestas), la imprescindible alimentación, la compensación de otros grupos musculares (tren superior), el entreno cruzado (alternar con otros deportes como natación, bici, etc.)