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miércoles, 5 de junio de 2013

Fíjate cómo corres y corrígete

Nadie es perfecto, y menos todavía al correr, pero si identificas tus fallos será más fácil que los enmiendes y te acerques al estándar ideal. Fíjate en estas formas incorrectas de correr, bastante comunes, y aplícate el cuento si te identificas con alguna de ellas.

→ Demasiado atrás
Hay corredores que van muy "sentados", con el peso muy atrás, una zancada demasiado avanzada y las caderas bajas. La pierna que impulsa no la extienden atrás lo
suficiente. Al hacer este tipo de carrera se va produciendo un acortamiento muscular y el propio acortamiento favorece este estilo.
*Has de intentar extender bien las piernas atrás con cada zancada, estirar a diario el psoas, los cuádriceps y los glúteos (sobre todo piramidal). Trata de inclinarte de forma consciente hacia delante al correr.
Correr hombros caídos
→ Hombros caídos
Son corredores que parece que van cansados, con los pies muy bajos, los hombros caídos y los brazos muy poco activos con un movimiento corto que no ayuda a la zancada. Suele ocurrir en los que empiezan a correr de adultos y nunca han hecho nada de técnica o en las fases finales de una carrera larga. Parece que van andando.
*Prueba a correr con una zancada más alta, elevando las rodillas y las caderas, flexionando más los brazos y llevándolos de forma nítida adelante y atrás con cada paso.
Correr encorvado
→ Encorvado
Justo al contrario que los que van atrás, hay corredores que bajan la cabeza, inclinan el tronco adelante y van dando zancadas largas y fuertes, como pisotones. Suelen ser personas altas y/o de peso elevado.
*Piensa que una cuerda tira de tu cabeza hacia arriba y atrás, lleva los hombros conscientemente hacia atrás y concéntrate en dar los pasos más cortos y frecuentes. Adelantar la cadera también da resultado.

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